Procedimientos diagnósticos en masas ováricas

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Exploraciones ginecológicas de rutina:


Tacto bimanual:

Consiste en la exploración de los genitales internos realizado por el ginecólogo mediante el tacto combinado a través de la vagina y la pared abdominal. Mediante esta técnica se comprueban las características del útero y los anejos ( ovarios y trompas ).


Ecografía ginecológica:

Es la técnica de imagen más usada en ginecología. Con ella estudiamos el útero y los anejos. Cuando se diagnóstica una masa anexial dependiendo de sus características ecográficas podemos hacer un diagnóstico de benignidad o sospecha de malignidad lo que nos permite elegir las pruebas diagnósticas complementarias a usar en cada caso. El Doppler color transvaginal también nos puede ayudar en el diagnóstico diferencial de las masas ováricas.


Pruebas complementarias:

Marcadores tumorales séricos:

Son sustancias producidas directamente por las células neoplásicas o relacionadas estrechamente con su presencia. Hay muchos tipos de marcadores tumorales dependiendo del tipo de patología que estemos estudiando. Los que se solicitan en el cáncer de ovario son los siguientes: Ca 125, Ca 19.9, CEA, AFP y Beta-HCG. Su nivel en sangre periférica nos permite sospechar de enfermedades malignas o benignas.


TAC:

A parte de ayudar al diagnóstico de las masas ováricas, ofrece información útil para la valoración preoperatorio y orientación en cuanto a la resecabilidad quirúrgica. También permite valorar la respuesta al tratamiento. Su mayor limitación es la ausencia de sensibilidad en la detección de pequeños implantes en intestino delgado y epiplon.

RMN:

Demuestra los implantes peritoneales y la afectación ganglionar.

Todas estas técnicas nos ayudan al diagnóstico de las masas ováricas malignas, pero el estadiaje del cáncer de ovario es quirúrgico y se basa en los hallazgos operatorios al principio de la intervención.